Por si todavía queda alguien que crea que el diseño gráfico no es tan importante para el éxito de una empresa, hagamos un pequeño experimento. Piensa en tres marcas deportivas durante algunos segundos y luego atrévete a negar que, uno por uno, tres logos han pasado por tu cabeza. Especialmente el de Nike, porque has pensado en Nike. Y ahora, reflexionemos como personas inteligentes que somos: ¿qué dirías que tiene más culpa de que hayas pensado en esa marca: su nombre de diosa griega o la reconocible imagen que va asociada a sus cuatro letras?
Piensa en marcas de coches, o de camisetas. ¿Puedes evitar que, en esos pensamientos, la imagen de cada una de ellas atropelle sin piedad a su respectivo nombre? Pues claro que no: vivimos sumergidos en una marea de imágenes, y la identificación de una firma con su imagen es casi total en nuestras pensaderas.
La sensación transmitida visualmente determina, en enorme medida, la confianza y la credibilidad que nos inspira esa marca. ¿Qué habría sido de Adidas, BMW o Apple si se hubieran puesto en manos de un estudio de diseño gráfico sin chispa, sin instinto, sin conocimiento?
Con nuestro experimento hemos querido darte una idea del aplastante peso del trabajo estético y la coherencia visual que un buen diseño gráfico puede y debe aportar a tu proyecto. De ello dependerá que el público te recuerde, primero, y te asocie a la calidad, después. Resulta tan evidente que los propios usuarios citan la imagen como el aspecto más decisivo para decidir sus compras online.
Un estudio de diseño gráfico en Coruña para lanzar tu sputnik al ciberespacio
Una estética certera hace tus productos atractivos y les da cohesión: tu marca quedará en la mente del público como algo distinguible, con un seductor envoltorio y una solidez a prueba de balas. Algo que no se logra echando mano de bancos de recursos y material random que arrastrará tu imagen a las profundidades oceánicas. Algo que solo el trabajo personalizado y artesanal de un estudio de diseño gráfico va a proporcionarte.
¿Qué significa todo eso? Muchas más ventas. Ventas presentes y futuras, porque el diseño publicitario de tu marca tiene un efecto casi inmediato y otro que se extiende en el tiempo y se realimenta a medida que esa identidad visual arraiga en el público. Por eso sabemos con casi total seguridad que alguna vez has bebido Coca-Cola. ¿O no?
